Jesús no sólo hablaba, sino que actuaba. Una de las cosas que impresionan de la vida de Jesús son milagros que obraba.
Con los milagros, Jesús demuestra que:
-Él es el Hijo de Dios, el Mesías anunciado.
-El Reino de Dios ya es una realidad.
Jesús no utilizó nunca los milagros en beneficio propio, ni para llamar la atención, ni para librarse de la cruz; siempre los hizo para manifestar su misión y su divinidad.
Con los milagros, Jesús demuestra que:
-Él es el Hijo de Dios, el Mesías anunciado.
-El Reino de Dios ya es una realidad.
Jesús no utilizó nunca los milagros en beneficio propio, ni para llamar la atención, ni para librarse de la cruz; siempre los hizo para manifestar su misión y su divinidad.
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